Las cestas de Navidad, son un clásico de estas fechas, y lo que comenzó siendo un obsequio de las empresas a sus empleados se ha convertido en un regalo común entre particulares o entre empresas y sus clientes.
La tradición de la cesta de Navidad podría remontarse a finales del siglo XIX en las administraciones públicas, aunque el origen más remoto nos lleva a la época romana siendo obsequio de patronos a sus clientes, que venían a ser personas dependientes económicamente de los primeros.
Sobre los años cincuenta del siglo pasado en nuestro país se consolidó como una tradición que las empresas ofrecieran, primero a los empleados públicos y después a los de las empresas privadas, y con un formato como el que conocemos ahora, cestas de mimbre al estilo de las sportulae romanas. Algunas empresas españolas comenzaron a obsequiar a sus empleados con cestas llenas de productos navideños junto con la paga extra de Navidad.
La cantidad y variedad de artículos que contienen daría para un listado largo de curiosidades. Los más típicos van repletos de productos y bebidas navideñas.